Limites amorosos

Recuerdo mi psicologa diciendo: “los limites pueden ser amorosos” , pues no aprendi eso y mi clan tampoco.

Lo que aprendi es que los limites te limitan, no te dan libertad, no te dejan ser…

Pero nunca me contaron que los limite también nos protegen, nos sirven de sosten, nos permiten crecer y evolucionar…

No fui de las adolescentes rebeldes que justamente iban en contra de los limites, tampoco necesitaron eso en mi casa, de pronto estaba en mi cama llorando y escuchando los gritos de las discusiones y tapando mis oidos porque estaba harta de tanta violencia, no habia tiempo para rebeldia, habia tiempo para ver como sacaba a mi mamá de esa situación y como hacia para que mi hermano no sufriera… spoiler alert: eso nunca iba a ser posible, pero en ese momento yo creia que si, creia que podia dejar de hacer que sufran otros o salvarlos con 15 años…

Algo que ahora tengo que cambiar, algo que ahora trabajo en mi: “aceptar lo que no puedo cambiar” ¿te suena? ese era un limite que nunca registre, el limite mas grande de amor propio, el limite “me cuido, y no tengo que salvar a los otros, no soy tan poderosa como para eso, y cada uno vive su destino”

Pero, ¿Cómo hacemos? con 15 años no tenia la conciencia de hoy mis 34 años, y tampoco lo pretendia, ademas de eso, sostengo que la vida nos forma también y no me arrepiento de ser esa adolescente que amaba tanto como para querer salvarlos…

Ya demasiado tiempo vivi enojada conmigo, y eso hizo que no pusiera ningun limite para conmigo…

Hoy me lleve a mi adolescencia, esa Berna harta de la vida, cansada muy cansada, sufriendo por todos y por mi, pero haciendo como si no, enfocada en mi estudio y en darle lo que podia desde mi lugar, enfocada en el baile que era lo ùnico en ese momento que me sacaba del horror que era vivir en una casa llena de violencia e ira.

y hoy me mire con amor, hoy decidi traer luz a esa adolescente.

Me abrazo en mi nueva versión

Date el permiso vos también.

Berna

Artículos relacionados

Adictos al trabajo

“Reconocida recientemente como una adicción, la adicción al trabajo aún recibe mucho apoyo en nuestra sociedad. La frase «estoy trabajando » tiene un cierto aire…